CACTUS sale a la calle con motivo del Día Mundial del Turismo

COMUNICADO DE PRENSA

Sevilla, 26 de septiembre de 2018

El colectivo convoca una rueda de prensa en el Arco de la Macarena

El Colectivo-Asamblea Contra la Turistización de Sevilla (CACTUS), compuesto por diversas asociaciones vecinales, colectivos sociales y ecologistas así como personas a título individual, vuelve a salir a la calle este jueves 27 de septiembre. Bajo el lema “Día Mundial del Turismo: Nada que celebrar”, el colectivo se moviliza al mismo tiempo que otros en Barcelona, Lisboa, Málaga, San Sebastián o Venecia, todos parte de la red de territorios del Sur de Europa ante la Turistización (Red SET). La convocatoria se realiza junto al Arco de la Macarena a las 12 horas, donde se celebrará una rueda de prensa y se establecerá un punto de contra-información turística y relato vecinal, para que las personas afectadas por el creciente proceso de turistización cuenten su experiencia.

La convocatoria también sirve para avanzar en la campaña lanzada el pasado mes de mayo con el título “Sobrevivienda al turismo”. Se trata de sensibilizar acerca de la rápida transformación de los barrios centrales de Sevilla en áreas exclusivas para el turismo, en concreto debido a la pérdida de la función residencial de muchas viviendas, convertidas en apartamentos turísticos. La campaña también pretende informar de manera veraz sobre el impacto de este fenómeno frente a la avalancha de desinformación interesada en el debate sobre la mal llamada economía colaborativa. Por ejemplo, en el día de ayer el responsable de AirBnB en España, Sergio Vinay, declaraba en la Cadena SER que los turistas que usaban los servicios de su empresa eran solamente “un 5% del total en las grandes ciudades” (enlace a la noticia: http://cadenaser.com/programa/2018/09/25/hoy_por_hoy/1537845743_611822.html). Sin embargo, en Sevilla, una de las principales ciudades del Estado, la oferta de plazas turísticas en AirBnB alcanza el 25% de manera oficial. En julio de este año, según el Instituto Nacional de Estadística, en Sevilla había 21.629 plazas hoteleras repartidas en 223 establecimientos; mientras que las viviendas con fines turísticos suponían 7.305 plazas repartidas en 3.441 pisos. Cabe precisar que esta cifra comprende solamente los datos recogidos en el Registro de Turismo de Andalucía, que en mayo de 2018 no suponían ni la mitad de las viviendas con fines turísticos que había en la ciudad, por lo que la oferta en este tipo de alojamientos es con seguridad mucho más alta.

La expulsión de población de sus hogares, normalmente la más vulnerable en términos socio-económicos, así como la subida de los precios del alquiler y la especulación están detrás de un fenómeno que impide a muchas personas el acceso y disfrute de un derecho social básico como la vivienda. La magnitud del problema todavía no ha sido comprendida por las administraciones públicas, que siguen obviando su deber de garantes del interés general y dilatando en el tiempo las soluciones urgentes que este fenómeno requiere.

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Sobrevivienda al turismo

«Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación. La comunidad participará en las plusvalías que genere la acción urbanística de los entes públicos» (artículo 47 de la Constitución)

Sevilla es una ciudad turística. Las condiciones urbanas, monumentales o climáticas que la hacen atractiva como destino son innegables y las estrategias de promoción turística tienen un largo recorrido. El turismo no solía representar un problema hasta hace poco, cuando la actividad en el sector ha crecido exponencialmente. El número de establecimientos hoteleros (hoteles, hostales, pensiones y apartamentos) se ha duplicado desde 2008[1], y las pernoctaciones han crecido hasta 5 millones en 2016, dos millones más que en 2009[2]. El incremento se observa también en la intensificación del tráfico de pasajeros en el aeropuerto, que alcanza más de 5 millones en 2017, casi un 40% superior a 2013[3], aunque no todos son turistas. A los visitantes que llegan a través del aeropuerto se suman los que vienen por otros medios, incluidos los que han aterrizado en Jerez de la Frontera, Málaga o Madrid, bien conectados con Sevilla.

Los datos sobre el aumento de la actividad turística son siempre bien recogidos por las administraciones y los medios de comunicación, en tanto que contribuyen al “crecimiento económico”. Pero existen consecuencias de esta actividad que no se cuantifican y que no han sido estudiadas, como la huella ecológica, la precariedad laboral asociada al sector, la pérdida y degradación de determinados espacios públicos o el impacto en el mercado de la vivienda, especialmente desde la aparición de las plataformas como AirBnB o Homeaway. Las viviendas con fines turísticos se han incrementado en pocos años, retirando del mercado de alquiler un buen número de viviendas y contribuyendo al aumento desmedido de precios. En el mercado de compra-venta se ha intensificado la especulación por el alto rendimiento de los inmuebles en las zonas turísticas de la ciudad, pudiendo observarse la rehabilitación de viviendas (muchas previamente vacías) para el negocio turístico. La gran mayoría de las 7.125 viviendas con fines turísticos (en enero de 2018, en el mapa) se concentran en el distrito casco antiguo (4.925) y Triana (641). De todas ellas, sólo 2.706 son legales (en el mapa, en negro), según datos de la Consejería de Turismo.

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El objetivo de esta campaña es denunciar las injusticias sociales y la desigualdad espacial que provoca la actividad turística en Sevilla. En los últimos meses, la presión turística en el mercado de la vivienda está desplazando forzosamente de sus hogares y barrios a vecinas, generando desarraigo de sus redes sociales y culturales. Conforme a la Constitución y al Estatuto de Autonomía de Andalucía, la vivienda es un derecho y los poderes públicos deben impedir la especulación, no solamente de carácter urbanístico, también turístico.

Por todo ello, demandamos a la Junta de Andalucía y al Ayuntamiento de Sevilla:

  • Una moratoria en la concesión de licencias a viviendas con fines turísticos en territorios saturados, sean de litoral o, como en nuestro caso, en zonas urbanas.
  • La recuperación de una política de vivienda pública conforme a la demanda existente en la ciudad y la regulación de los precios de alquiler, sobre todo en relación a las subidas desorbitadas que se están produciendo, para contrarrestar los efectos que la masificación turística provoca en el mercado.
  • El incremento del personal de inspección dedicado al control de las viviendas con fines turísticos, especialmente las que no tienen licencia.
  • Una regulación efectiva para impedir que se publiciten en las plataformas Airbnb o Homeaway viviendas con fines turísticos ilegales.
  • El fomento de procesos participativos reales a la hora de realizar estudios y diseñar políticas públicas sobre el turismo, que se ejecuten de manera integral.
  • La toma de conciencia de las repercusiones socio-espaciales, en los cuerpos, las identidades, redes y vidas de las vecinas y los vecinos de los territorios con alta afluencia turística.

Además, hacemos un llamamiento a la auto-organización de toda la vecindad en sus asociaciones más cercanas para luchar por su derecho a permanecer en sus barrios y a unirse a nosotras en el debate y la reflexión sobre la ciudad que queremos construir y disfrutar. Porque #SevillaNoSeVende.

 

[1] Datos del Registro de Turismo de Andalucía de la Consejería de Turismo y Comercio.

[2] Datos de la Encuesta de Ocupación Hotelera del Instituto Nacional de Estadística.

[3] Datos del Ministerio de Fomento.

CACTUS se moviliza por primera vez a los pies de la Giralda

COMUNICADO DE PRENSA. Sevilla, 11 de mayo de 2018.

“Sobrevivienda al turismo” es la primera campaña del colectivo frente a la turistización

El Colectivo-Asamblea Contra la Turistización de Sevilla (CACTUS) organiza una acción-performance este sábado al mediodía en la plaza Virgen de los Reyes para informar sobre las consecuencias que el turismo frenético está provocando en la ciudad. El colectivo, formado por entidades sociales (las Asociaciones Vecinales Triana Norte o La Revuelta, del Casco Norte, así como Ecologistas en Acción-Sevilla o la Casa del Pumarejo) y personas a título individual, ha decidido realizar su primera acción a los pies de la Giralda por su simbolismo urbano y turístico. Con un espíritu festivo y reivindicativo, bajo el lema “Sevilla no se vende”, el CACTUS montará un punto de contra-información turística para generar debate sobre el modelo turístico actual y dar una versión amplia del mismo, incluyendo sus efectos negativos. La acción se enmarca dentro de una movilización que quiere sensibilizar sobre la progresiva pérdida de derechos sociales y que está programada de manera paralela en ciudades de todo el estado, como Madrid, Barcelona, Valencia o Málaga entre otras.

Aunque la turistización impacta en varios frentes, desde el ambiental hasta el laboral, la primera campaña del CACTUS se centra en la vivienda. Mediante un juego de palabras, “Sobrevivienda al turismo”, se recalca la dificultad de acceso a la vivienda y la de muchos inquilinos por mantenerse en sus hogares, en gran parte debido a los devastadores efectos de las viviendas con fines turísticos. Hace unos meses, la Empresa Municipal de la Vivienda estimaba alrededor de 9.000 alojamientos de este tipo en toda la ciudad. Según los datos de que disponemos, existen más de 7.000 viviendas con fines turísticos en Sevilla, de las que el 62% son ilegales. La gran mayoría se concentran en el Distrito Casco Antiguo y Triana, cuya masificación arrasa con la vida social, entre otros a causa del incremento de la especulación inmobiliaria, de los precios de alquileres y bienes básicos, provocando la expulsión de vecinas de estos barrios que se sustituyen por una población flotante de turistas. Por todo ello, el CACTUS demanda a las administraciones con competencias en la materia una moratoria en la concesión de licencias de viviendas con fines turísticos en zonas saturadas, mayor control en las plataformas en las que se anuncian y el aumento de las inspecciones a este tipo de alojamientos; además de la recuperación de una política de vivienda pública efectiva y la regulación de los precios de alquiler que permita contrarrestar los efectos de la masificación turística en el mercado. Se trata de que el turismo esté en el centro del debate como fenómeno transversal a la vida en la ciudad, que afecta directamente a sus vecinas, quienes tienen por tanto derecho de participar en la discusión y en la elaboración de las políticas públicas que lo gestionan.

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